El abastecimiento de bienes y servicios no personales en organismos del sector publico

Abstract

Cuando en 1979, empecé a tomar conocimiento desde su interior, de la realidad de las oficinas de abastecimiento de los organismos públicos, comprendí que había mucho por hacer y decidí aportar mi "granito de arena". En esa época, el Sistema Nacional de Abastecimiento (SNA) cuya conducción quedaba a cargo de la Dirección Nacional de Abastecimiento (DNA) del Instituto Nacional de Administración Pública - INAP, instituido a partir del 1o de enero de 1978 por Decreto Ley 22056, empezaba a dar sus primeros pasos como un niño de un año que descubre nuevas experiencias que formarán parte de su desarrollo posterior. Con él se trataba de dar solución a los múltiples problemas de mal manejo que desprestigiaban los organismos del Estado, principalmente en las adquisiciones; así como hacer más eficiente y eficaz la gestión de las oficinas de Abastecimiento, para un suministro oportuno. Casos diversos en la ejecución de fondos públicos, causaban polémica en todos los sectores, como por ejemplo aquel alto funcionario sancionado por haber autorizado la adquisición, sin el requisito de licitación pública, de sustancias químicas necesarias para potabilizar el agua, tan escasa en la Ciudad de Lima. La disyuntiva era dejar a la Ciudad sin el preciado y escaso líquido elemento o transgredir la norma y atender las necesidades básicas de su población, con un agua libre de impurezas; o como en otros casos, el nuevo gobierno denunciaba que mientras las camas se oxidaban en los almacenes del ministerio, los hospitales carecían de ellas. Ahora con sustanciales avances en la gestión del abastecimiento como por ejemplo la Existencia de un Reglamento Único de Adquisiciones RUA, Catálogo de Bienes y Servicios clasificado, compras programadas, normatividad relacionada con el almacenamiento, entre otros, han disminuido en parte los problemas de esa época, sin embargo, la gestión eficiente y eficaz necesita de tecnología de punta que pueda ser accesible a los servidores y funcionarios de la Administración Pública, en todos los niveles y en cualquier lugar del país donde se desarrolle actividades de abastecimiento. Espero que este informe pueda servir para elevar el conocimiento y mejorar la gestión de estas oficinas. De lograrlo, aunque sólo en parte, consideraré que mi esfuerzo ha tenido sus frutos lo que a su vez me incentivará para redoblar esfuerzos en esa misma dirección, por el bien del país y de todos los que lo habitamos.