Sistema de adquisición y codificación de señales de audio

Abstract

Desde la aparición de los sistemas de grabación digital de audio, como el PCM de Sony, el mundo discográfico ha vivido una impresionante mejora de la calidad de sonido. Las copias digitales suenan exactamente como el original, dado que no se producen las típicas pérdidas de las copias analógicas (aumento de ruido de fondo y pérdida de agudos en las cintas de casete). El único inconveniente de la grabación digital es el espacio que ocupa: unos 10 MB por minuto en estéreo, para obtener la calidad de un disco compacto. De ahí que distintos fabricantes hayan buscado soluciones que permitan almacenar el sonido en menos espacio, pero manteniendo un nivel de calidad semejante al del CD. Los ficheros de información son susceptibles de ser recodificados o comprimidos por medio de algoritmos y procedimientos especiales, de forma que ocupen menos bytes y por lo tanto menos espacio en los discos. Por eso se desarrollan programas de compresión y descompresión que facilitan estas tareas. Tenemos el formato WAV que guarda el sonido tal como viene, graba todas las notas, mientras que el formato MIDI graba el sonido nota por nota, o sea, la computadora sabe lo que graba, y el MP3 que comprime el sonido reduciendo su calidad muy íntimamente, casi imperceptible para nuestro oído mediante un complejo algoritmo de compresión. Justamente el trabajo se centrará en este importante formato MP3, analizándolo en sus aspectos con profundidad.