Estilo estructural y evolución tectónica sedimentaria de la cuenca Ene, sector meridional

Abstract

La cuenca Ene forma parte de las cuencas subandinas del Perú, siendo explorada y estudiada desde los años sesenta. Sin embargo, el esfuerzo exploratorio no ha sido muy intenso en comparación con las cuencas adyacentes, tal es así que en toda la cuenca no se ha perforado ningún pozo exploratorio hasta la fecha. Los estudios, que comprendieron trabajos de geología superficial y geofísica, se restringieron a la parte central y norte de la cuenca, quedando la parte meridional prácticamente inexplorada.

Es objetivo del estudio determinar la estructuración de la cuenca Ene en la parte sur, interpretando su estilo estructural y la evolución tectónica sedimentaria, dando así mayores alcances sobre las características geológicas, tectónicas y estratigráficas que presenta. Para ello, se ha integrado información de campo que hemos realizado en la parte sur, análisis de imágenes de satélite y fotografías aéreas, interpretación de secciones estratigráficas y cortes estructurales de campo, además de la información de estudios anteriores

Morfoestructuralmente la cuenca Ene se encuentra en la parte central de la faja subandina peruana y se extiende sobre un área aproximada de 10,000 km2. Por el norte limita con la cuenca Pachitea, por el sur se adelgaza en la proximidades del río Apurímac, por el oeste con la Cordillera Oriental y por el este con las montañas del Shira y Vilcabamba. La zona de estudio corresponde principalmente a la parte sur de la cuenca, que políticamente pertenece a la provincia de Satipo, departamento de Junín.

En la zona de estudio afloran rocas sedimentarias, cuyo rango de edad esta comprendido entre el Paleozoico inferior y el Cuaternario. En conjunto la columna sedimentaria suma más de 6000 m de espesor aproximado. La variación de espesores y los rasgos estructurales nos delimita dos grandes dominios tectono-estratigráficos, cada uno con un estilo de deformación particular y que corresponden al Domino Oeste y Este.

La configuración estructural actual está definida por una serie de pliegues y fallas de dirección NO-SE con algunas flexiones NE-SO y N-S. En general estas estructuras presentan buzamiento hacia el oeste. Las fallas, en general son inversas y de alto ángulo en superficie. Los pliegues son formados en su mayoría por propagación de falla, a veces se encuentran tumbados y en su mayoría fallados.

Los rasgos estructurales resultado del intenso fallamiento asociado a plegamientos y cabalgamientos, se deben a las intensas deformaciones producto de una inversión tectónica. Es así que la zona correspondería a un contexto tectónico asociado a la inversión de fallas normales originadas en el Permo-Triásico y Jurásico, resultado del emplazamiento del rift. La deformación se origina por la inversión del sistema de rift, orientado NNO-SSE, que genera fallas normales para este periodo, configurando grabens y horst que funcionaron como fosas y altos estructurales en un régimen tectónico extensivo, controlando la sedimentación Permo-Triásica y Jurásica. Las primeras inversiones probablemente se iniciaron a finales del Cretácico superior en un ambiente tectónico compresivo y continuaron durante el Cenozoico controlando la sedimentación.

Finalmente, la configuración actual de la cuenca Ene se debe principalmente a las fases de deformación resultado de la tectónica andina, y el estilo estructural de la zona que comprende el estudio correspondería a un sistema de inversión tectónica de antiguas fallas normales generadas por el emplazamiento del rift del Pérmico-Triásico y Jurásico. Su evolución es compleja y puede ser considerada polifásica, iniciada desde el Paleozoico Superior y que continúa hasta la actualidad.