Estudio metalúrgico por flotación de los sulfuros de plata de la unidad minera San Juan Lucanas

Abstract

En un País como el nuestro, de escasos capitales, con tanto que hacer por delante, con premura del tiempo y exigencia de bajos costos, tenemos la obligación moral y material de realizar el progreso de la industria con el mínimo de gasto, en el menor tiempo posible y sin lugar a equivocarnos. Todo ello solo es factible poniendo al servicio de la minería en general y de la metalurgia en particular los últimos adelantos científicos y tecnológicos. La metalurgia en el Perú es tan antigua como la minería y sus orígenes se remontan y se pierden en el tiempo. La arqueología nos indica que los antiguos peruanos conocían el arte de beneficiar el oro, la plata y el cobre, ejecutando con gran perfección el labrado de los dos primeros, corno lo demuestran los objetos encontrados en las "huacas". Los Incas fueron metalurgistas del oro, la plata y el cobre. Obtuvieron el plomo de los minerales argentíferos y el mercurio, aunque no supieron hallarles aplicación. No conocieron el hierro lo cual lo sustituyeron por una combinación de cobre con estaño. El oro y la plata fueron utilizados en sus adornos personales y los de sus casas; el cobre fue utilizado en armas y herramientas. Los Incas emplea ron la pirometalurgia: fundición en diversos hornos; "GUAYRAS" para minerales de plata; "TOCACHIMBO" para la copelación y refinación. La fundición en hornos se usó hasta el año 1571, en que comenzó a usarse por primera vez el método de amalgamación en patios y circos, importado de México, que fue el único método de beneficio durante 300 años. En el año 1790, se registran 400 ingenios de plata por el método antes dicho. En 1896, el doctor Juan Languasco, en Cerro de Paseo, introduce una modificación en el procedimiento de amalgamación que significa un verdadero progreso metalúrgico. La baja del precio de la plata y la suspensión de la amonedación en la Casa de Monedas de Lima, en 1897, significaron el colapso de la industria de la plata en aquel entonces. La iniciación del Siglo XX tiene progresos y cambios notables en la metalurgia peruana. La elevación del precio del cobre, la dación del Código de Minería en 1901; la fundación del cuerpo de Ingenie ros de Minas, los técnicos preparados por nuestra Escuela de Ingenieros y la Ley de 1890, liberando a la minería, por 25 años de todo gravamen fiscal, crean los cimientos de una era de resurgimiento para la minería. La fundición de minerales de cobre argentíferos tiene como antecedentes la fundición plomosa y ambas se complementan con las plantas de preparación mecánica. Al lado de ellas perduran los ingenios de lixiviación para los minerales argentíferos. Conforme avanza el Siglo, las plantas de lixiviación y las pequeñas fundiciones van desapareciendo; se perfeccionan las plantas de preparación mecánica de minerales y los métodos gravimétricos y de amalgamación acompañada de cianuración; para los minerales de oro y plata, toma cierto incremento. La primera planta de concentración gravimétrica en el país a nivel industrial fue la de Casapalca en 1889. En 1918 hace su aparición en el Perú la concentración de minerales por flotación, aplicada prime ro a los minerales de cobre, para luego extenderse a los minerales de plomo, zinc y plata. La flotación de minerales abre nuevos horizontes, y es el acontecimiento tecnológico minero más importante de este Siglo, habiendo producido una verdadera revolución en los campos técnico y económico de la minería y de la metalurgia.