Informe técnico (Industria Peruana Textil)

Abstract

En los últimos años la industria textil peruana viene sufriendo una de sus peores épocas. Fábricas que en su momento captaron un buen segmento del mercado nacional e internacional, hoy tienden a desaparecer. A diferencia de la industria textil internacional que ha iniciado una nueva etapa de alta automatización en la que se implica la especialización del personal subordinado como el que integra sus cuadros, nuestra industria viene cayendo en continuos errores que tienden a hacer más difícil su permanencia en el mercado internacional con precios competitivos. Un mercado competitivo exige empresas rentables y productivas y ello solo es posible manteniendo costos bajo de producción y esto a su vez implica un manejo eficiente de todas las variables que intervienen en el proceso productivo. Tanto en el área de hilandería donde recibe la materia prima: algodón y se produce el hilo, que a su vez es recibido en el área de tejeduría donde es urdido, engomado y tejido según programa de producción y posteriormente llevado a tintorería para hacerle su acabado final en todas las etapas el criterio a usar es el de costos. ¿Qué material usar? ¿en qué tipo de telar tejerlo? ¿Y qué tipo de acabado darle? Son preguntas que se hacen los encargados de cada sección y que solo tienen una respuesta analizando los pros y los contras de cada decisión tomada, de tal manera de no elevar los costos ni perjudicar la calidad del producto final. Un ejemplo de fábricas con problemas de productividad y rentabilidad es CONTEXSA. Estos problemas se deben principalmente a su maquinaria obsoleta con mas de 40 años de antigüedad, actualmente para tener algún grado de competitividad, la maquinaria no debe tener mas de 10 años de antigüedad, en lo que se refiere a la industria peruana el promedio es de 20 a 30 años de antigüedad. Al ser esta maquinaria muy antigua, la velocidad de producción es muy baja, entre 160 y 200 GPM, en la actualidad, hay maquinaria de mas de 450 GPM según sea el tipo de inserción de trama, además al no ser esta maquinaria automatizada requiere mayor atención, es decir, que la carga de trabajo de un obrero será menor. Actualmente, un tejedor puede atender de 30 a 40 telares altamente automatizados dependiendo del tejido a realizar. En Contexsa la carga de trabajo esta entre 10 y 11 telares por tejedor. Esto conlleva a un mayor gasto de energía eléctrica, mano de obra, repuestos, mantenimiento, etc.