Influencia de aceite sintético en la vida de engranajes de reductores de molinos en la industria cementera

Abstract

El objetivo principal de este informe de ingeniería es resaltar como mediante la solución de un problema de picadura severa que se presentó en el reductor principal del molino de crudo de una compañía cementera, se alcanzó no sólo la completa desaparición del problema en cuestión sino que además permitió que a través de la aplicación de lubricación mediante aceites sintéticos, su correcta selección, y su seguimiento continuo apoyado por análisis de muestras de aceite en uso, se lograron beneficios adicionales, que en su conjunto, justifican la utilización de este aceite y su expansión en los diferentes equipos críticos de la planta. A continuación, queremos enumerar esa serie de beneficios alcanzados mediante la aplicación del lubricante Mobil SHC 630, con el objetivo primordial de parar el problema de picadura descubiertos en estos reductores Philadelphia de 5000 HP. 1. Se logró parar el problema de picadura. El engranaje del reductor cuya condición es altamente crítica para la producción de cemento, fue considerado hábil para continuar su operación por los propios técnicos de mantenimiento de Falk, cuya responsabilidad principal es venir al Perú, a verificar que sus equipos se encuentren en condiciones adecuadas de operación. Con ello se evitó afectar el presupuesto de capital de la compañía de cemento, y variar el programa normal de reemplazo de este repuesto, cuyo valor asciende a 196,000 US$. Presupuesto que además permitió emplearse en la ampliación concebida por la gerencia de la planta, que a su vez le permitió incrementar el ingreso después de impuesto en el ejercicio 1994 y 1995. 2. Si bien es cierto, en el presente informe no hemos calculado los beneficios generados debido a que se dejaron de producir paradas no programadas en dicha unidad, y su consiguiente empleo de mano de obra para intervenir en las labores de mantenimiento correctivo, debido a que requeriríamos de emplear una serie de datos hipotéticos, si hemos procedido a corroborar, uno de los beneficios, tangibles y conmensurables, como es el de ahorro de energía, cuya teoría se basa, en la mejor lubricidad de los aceites sintéticos, menor fricción fluida, o menor coeficiente de fricción de sus capas fluidas, que hace que la unidad opere a menores temperaturas, que en este caso la diferencia fue relevante, llegando a alcanzar una brecha estable de 20 °C menos, a 55 °C. Este ahorro es de 41,728 US$ por año, lo cual es altamente significativo, si consideramos, que se encuentran operando bajo el sistema interconectado, y en horas punta, precisan de entrar en operación con sistemas alternos, caso el de una central hidroeléctrica, y luego una planta térmica, encareciendo el servicio. 3. La forma como se ha procedido a seleccionar la correcta viscosidad del lubricante, parámetro importante, cuya optimización nos permite tener una operación adecuada de la unidad, consumiendo la menor cantidad de energía, evitando exponer la unidad a mayores temperaturas que, en el caso particular de estos reductores, hacía que las unidades paren continuamente, debido a que superaban los límites permisibles. Esos continuo arranques y paradas resultaban perjudiciales en el desempeño del aceite, pues provocaba una rápida oxidación y su consecuente degradación. Esto hacía que la lubricación no sea la más adecuada, y que en algunos casos taponara la "flauta" que sirve de suministro de aceite por chorro a los dientes del engranaje, y esto perjudicara la homogeneidad en la lubricación. La teoría EHL nos permitió hacer una evaluación de sensibilidad, optando por la alternativa más conservadora, en este caso, el Mobil SHC 630. 4. Finalmente, los ingenieros de esta fábrica de cemento concluyeron en recomendar la expansión del uso de aceites sintéticos a otras unidades consideradas críticas y cuya disponibilidad y confiabilidad se incrementaron, con el uso de estos aceites, e inclusive grasas.