Deterioro de pavimentos y gestión de mantenimiento vial

Abstract

El crecimiento económico de un país o comunidad está condicionado por la existencia de redes de carreteras bien construidas y conservadas. Gracias a ellas son posibles los desplazamientos rápidos y baratos de personas y mercancías. Las autoridades políticas deben comprender que un sistema eficiente de carreteras es imprescindible para el desarrollo económico; por esta razón los gobiernos en otros países dedican un elevado porcentaje del presupuesto nacional a la construcción y mantenimiento de carreteras. De acuerdo con la tendencia de gran número de países, también en el Perú se tendrá que dar prioridad a la conservación frente a la construcción, ya que controlar el deterioro de las carreteras existentes resulta más rentable que la expansión de la red. Los recursos asignados para la conservación se han aproximado a los recursos para construcción en los últimos años, y se estima que, en el futuro, hasta el 50 por 100 de la inversión se dedicará a la rehabilitación y reconstrucción de los pavimentos. Hoy en día, nuestras redes muestran preocupantes signos de deterioro, cuya reparación repercutirá fuertemente en las economías de nuestro país. Grandes inversiones, efectuadas a largo plazo, llegan al fin de su vida útil después de pocos años de uso, debido a que no existe una conservación adecuada. Por falta de una conservación oportuna, las condiciones en que se encuentra una gran parte de la red vial no son las adecuadas. Preservar lo realizado anteriormente e inclusive lo actual, es una actitud que surge levemente en nuestro país, aunque prevalece aun la tendencia de reemplazar lo viejo por lo nuevo, lo que significa construir antes que conservar. Durante los últimos años, la problemática vial de la mayoría de los países ha presentado las siguientes características básicas: • La red vial se encuentra desarrollada en su mayor parte, en especial lo que concierne a las vías principales. • Los tráficos y cargas son crecientes, demandando cada vez mayores esfuerzos de conservación. • Los usuarios exigen cada vez mayores niveles de servicio. • Los recursos son generalmente limitados y escasos, especialmente para el mantenimiento vial. Como corolario de la situación planteada, se puede definir la misma como un constante aumento en la brecha entre el mantenimiento requerido y el realmente ejecutado. conservación de redes carreteras se ha convertido en una preocupación muy acuciosa en todos los países del mundo y ello por dos razones principales. Por un lado, ha resultado cada vez más difícil compatibilizar los recursos destinados a la conservación con las demandas de estos que plantea el crec1m1ento que en todas partes del mundo han tenido las redes carreteras. Esta afirmación es válida aun para los países de mayor desarrollo en estos aspectos, pues sus caminos y sus puentes se han multiplicado fuera de proporción, en relación con los mecanismos tradicionales en vigor destinados a generar los recursos necesarios. En segundo lugar, este mismo crecimiento de las redes exige cambios esenciales, también motivo de preocupación, en la plan1f1cac1ón y el manejo de los aspectos operativos de la conservación, proced1m1entos que antaño podrían sobrellevar la situación resultan hoy totalmente inapropiados, al ser 1mpos1ble el manejo de tan vasta problemática por 1nformac1ón, criterio u opinión. combinación de ambos hechos y la falta de mecanismos apropiados para afrontarlos produce con frecuencia un vacío rápidamente ocupado por otros condicionantes de acción, tales como la actuación de grupos influyentes, las reclamaciones de los medios de comunicación y otros. El panorama se ve agravado en muchas partes por los grandes incrementos del tránsito en número y peso, que plantean en las redes existentes necesidades ya no de conservación rutinaria sino de refuerzo y autentica reconstrucción. 5i no se garantiza un correcto y eficiente uso de los recursos disponibles, optimizando las inversiones, la consecuencia de la situación planteada será una drástica caída en los niveles de servicio, con la consecuente necesidad de aumentar más los niveles de inversión para hacerle frente, entrando en un círculo cerrado incontrolable mediante los presupuestos usuales. Dicha situación llevará inevitablemente a una pérdida del patrimonio nacional, como lo es la Red Vial, además de las consecuencias negativas que desde el punto de vista económico representa una red vial en mal estado. Sin embargo, hablar de mal o buen estado de una red requiere de una definición exacta de lo que para un País es y representa cada estado o nivel de servicio que brinda un camino, esto que en términos técnicos se denomina definir estándares, políticas y estrategias de mantenimiento para la red vial. Y una vez definidas, obviamente previo análisis de alternativas y selección de la más conveniente se debe estimar qué hacer, cuándo, dónde, cómo y cuánto cuesta hacerlo, efectuando un análisis de priorización y optimización que nos asegure el mayor retorno de las inversiones, teniendo en cuenta las restricciones presupuestarias existentes.