Problemática de la ciudad de lima y enfoque de su solución

Abstract

Uno de los retos con los cuales se enfrenta el Perú se refiere al violento crecimiento que han experimentado sus áreas urbanas. Pero de manera especial, Lima se ha convertido en el problema más difícil y complicado debido a que congrega al 27% de la población nacional en la actualidad y es, de lejos, la ciudad más grande con que cuenta el país. Esta concentración poblacional genera problemas de toda índole: se requiere viviendas para albergar familias, infraestructura básica de saneamiento y energía, nuevos empleos y puestos de trabajo e inversión para afrontar esas necesidades, áreas verdes para oxigenar el espacio urbano, etc. La insatisfacción de estas demandas provoca un malestar creciente, que puede transferirse al ámbito familiar o individual. La desorganización físico-espacial de la metrópoli, resulta de la obsoleta y desadaptada estructura urbana, poco capaz de responder a las necesidades y demandas sociales multiplicadas por su rápido crecimiento, no sólo agudizan la situación caótica prefigurada, sino que informan del agotamiento de las posibilidades funcionales y económicas de su estructura espacial predominantemente mono céntrica, desordenada y de baja densidad de edificación. La complejidad se hace mayor aun si se considera que la importancia de Lima no sólo estriba en el pero de su población sino en la hegemonía absoluta que ejerce sobre el mercado nacional. Es decir, no solo nos enfrentamos al problema de una ciudad grande, sino el de un espacio urbano que domina el desenvolvimiento de todas las otras ciudades y de todas las áreas rurales del país. La reclamada descentralización nunca se puso en funcionamiento, la cual no tuvo el rigor que se requiera para alterar el curso económico centralista, hoy las cosas son más difíciles y por ello el problema adquiere una connotación más grave. Inmediatamente surgen preguntas: ¿Es posible detener o cambiar la tendencia centralista iniciada hace décadas? ¿Es posible satisfacer adecuadamente a la población futura de Lima? ¿Se puede distinguir que problemas tienen origen en el área metropolitana y que problemas no? Posiblemente se ha llegado a un punto en el que los cambios son más difíciles y solo podremos hacer cambios superficiales o secundarios. Efectuar un diagnóstico es una tarea indispensable para conocer nuestra situación y nuestras posibilidades. Es obvio que para lograrlo se requiere de un trabajo mucho más exhaustivo y detallado. Así, el reconocimiento de nuestra realidad metropolitana permitirá denunciar un hecho, llamar la atención sobre el mismo y generar apoyo a una tarea para quienes actúan en la planificación. Crear conciencia sobre la forma en que se use el suelo, el agua, la energía, la vivienda, la industria, etc., constituye un paso fundamental. El diagnostico que antecede a las propuestas de un instrumento sumamente útil para informar al Gobierno Central y a la población, y posibilita concitar la solidaridad necesaria para la tarea de cambios sustanciales en beneficio de Lima y todo el país.