Disposición de las aguas residuales domesticas mediante emisarios submarinos

Abstract

En nuestros días han tomado una gran importancia los términos ambientales: contaminación y ecología, siendo de interés mundial la aplicación correcta de ellos para el futuro del hombre. Nuestro planeta, mal llamado tierra, se encuentra cubierto en dos terceras partes de su superficie por el medio líquido, lo que motiva a pensar que esta enorme masa de agua, conocida como océano, tiene una influencia decisiva en los cambios naturales de nuestro planeta. Desde el inicio de la humanidad, los océanos han sido utilizados como un receptáculo de los desechos humanos. En términos generales, éstos no han sufrido mayores cambios, pues la composición química del mar se ha mantenido esencialmente constante por más de un millón de años. Más aún, si se compara la enorme cantidad de materia orgánica y sedimentos llevados al mar por los ríos del mundo como resultado de procesos naturales, la contribución de aguas cloacales producidas por el hombre es pequeña. Sin embargo, ocurren problemas cuando el hombre concentra los desperdicios en zonas restringidas, en vez de dispersarlas en áreas más amplias, donde el proceso natural de purificación puede operar con mayor facilidad. Normalmente, se desarrollan grandes centros poblados a lo largo de los litorales; en vista de la magnitud del océano es lógico, así como económico, que la descarga de aguas residuales de las ciudades costeras se haga a las aguas adyacentes. El problema de mayor preocupación es determinar la capacidad del mar para absorber los productos de desperdicios provenientes de las zonas urbanas situadas en el litoral. Frente a la creciente degradación del medio marino y las zonas costeras, ha surgido en los últimos tiempos iniciativas internacionales para la protección de la salud del hombre y de los ecosistemas marinos y costeros, principalmente de fuentes terrestres de contaminación. Un sistema de disposición submarina de aguas residuales es aquel que de una manera económica evite cualquier efecto adverso en las aguas receptoras y que impidan su uso beneficial. Un emisario submarino diseñado y construido apropiadamente provee de un mecanismo eficaz para la eliminación de estas aguas servidas, ya que aprovecha al máximo la capacidad innata de asimilación del ambiente marino y no producirá ningún impacto indeseable en el mismo. Así pues, los emisarios submarinos representan una alternativa viable frente al problema de la contaminación marina, cuya influencia es de carácter mundial.