Los teatros de Lima (1535-1930)

Abstract

EI presente trabajo pretende recuperar una pequeña parte de nuestra historia arquitectónica, que la memoria ya ha dado por perdida. Pocos están enterados, por ejemplo, que el Teatro Municipal originalmente se llamó Forero; me­ nos son los que saben que para construirlo se destruyó otro denominado Olimpo; y son mucho menos los que, de alguna forma, conocen como fue este último. Esto es una pequeña parte de la historia de los teatros de Lima que hemos ido olvidando y que iremos desentrañando-, pero que es necesario recordar porque es parte de nuestra memoria... de nuestra historia. Este conocimiento debe servirnos tanto para reconocernos como para si lo utilizamos convenientemente proyectarnos hacia el futuro e insertarnos, con identidad, en el proceso de globalización. Para lograr nuestro objetivo final nos hemos propuesto saber: cuántos teatros existieron en Lima, donde estuvieron, cuál es su relación con la ciudad, cómo fueron, cuál fue su tiempo de vida, cuáles fueron sus influencias directas e indirectas, y cuál es la relación con su tiempo. Lógicamente, la falta de información y el dilatado lapso que nos hemos impuesto no ha permitido responder plenamente todas las cuestiones planteadas. Sin embargo, los matices de claroscuros que se generan en la información -contraria­ mente a lo que se pueda pensar le da un matiz interesante; ya que hay elementos suficientes para que el lector complete, con conocimiento de causa, la historia. Es necesario precisar los tres márgenes que tiene esta investigación: el tipo arquitectónico, el período de estudio y los límites geográficos. El tipo tratado, el teatro, lo definimos en líneas generales como un recinto concebido principalmente para la realización de representaciones teatrales; y como tal es un edificio independiente que en la mayoría de los casos participa de alguna manera en la trama urbana. Es decir que los teatros que se han tomado en cuenta para este estudio son edificios autárquicos; por lo tanto, no son parte de un complejo mayor. El período de estudio se determinó después de conocerse desde cuándo se construyeron teatros en Lima y hasta que época se edificaron; se encontró que este tipo de locales se erigieron desde finales del siglo XVI hasta finales de los años veinte del siglo XX, por lo tanto, se tomó este lapso como el segundo límite de la investigación. Si bien es cierto que el estudio abarca más de 300 años; hay que tomar en cuenta que en ese periodo de tiempo se construyeron alrededor de veinte teatros importantes; número mane­ jable para un trabajo que pretende, sin temor a introducirse en honduras, el rescate de la memoria. En cuanto al margen geográfico se ha elegido el sector de la ciudad conocida actualmente como Centro Histórico de Lima; es decir toda la zona que estuvo amurallada, al que se debe sumar el barrio de San Lázaro (actualmente la zona histórica del distrito del Rímac). Es bueno recordar que hasta finales de los años veinte del siglo XX, prácticamente, esta área era considerada como Lima; y lo que se construía alrededor de esta zona era visto como la expansión de la ciudad. Y ni hablar de Miraflores, Barranco y Chorrillos que eran considerados se construyeron los primeros teatros republicanos. Y la ter- balnearios relativamente alejados de ésta. De acuerdo con los márgenes de la investigación, ésta no incluye al teatro prehispánico por varias razones. Primero, porque, dentro del ámbito geográfico de lo que sería Lima, no se ha encontrado ninguna fuente que nos indique la existencia de algún tipo de construcción nativa, dedicada a las representaciones teatrales, o alguna actividad similar. Segundo, tampoco hay indicios de que los nativos de la zona en estudio hayan realizado alguna actividad similar a la del teatro, anterior o posterior a la fundación de Lima. Finalmente, aunque existe la posibilidad de que, antes de la llegada de los españoles, se hayan realizado actividades de tipo teatro; éstas escapan a los parámetros establecidos para el presente trabajo. La obra está dividida en cuatro capítulos. El primero presenta una visión general de la evolución de los teatros occidentales. Esta parte es importante porque los recintos que se construyeron en Lima tienen una relación directa con los que se fabricaron en occidente, principalmente en Europa, también es conveniente porque ayudará a relacionar los teatros que se hicieron en Lima con un contexto mayor. EI segundo capítulo abarca todos los teatros que se construyeron durante el virreinato del Perú. Período en el que existieron dos tipos importantes de recintos teatrales: los "Corrales" y los "Coliseos". El primero es de origen ibérico, les y los primeros teatros italianos del siglo XVII. El tercero, analiza los teatros del siglo XIX. Este capítulo está dividido en tres partes; la primera habla de la época independentista, período en el que no se construyó ningún teatro, pero en el que tuvieron una gran importancia. En la segunda, limitada por la independencia y la guerra con Chile, se construyeron los primeros teatros republicanos. Y la tercera, entre el fin de la Guerra del Pacífico y 1900, periodo en el que se construyen los últimos teatros con reminiscencias coloniales y aporte limeños. El último capítulo cubre un período, que se inicia en 1900 y finaliza en 1930, en el que se construyeron todos los teatros más conocidos y que todavía existen en Lima, como el Municipal (1920) anteriormente llamado Forero, el Segura (1909) antes denominado Municipal, y el Colón (1914). Además, en este periodo, se elevaron una serie de proyecto para el Teatro Nacional que no se ejecutaron, pero que marcaron las pautas de los que se construyeron. Las citas han sido utilizadas con frecuencia convirtiéndose presente trabajo en elementos importantes del trabajo porque, tratándose de un tema poco estudiado y conocido, es importante para que el lector pueda confrontar las fuentes que se han consultado, especialmente cuando se trata de opiniones u observaciones que escapan a nuestras posibilidades. También es importante anotar que, cuando el teatro ha tenido dos nombres, se ha utilizado una forma especial de nombrarlo colocando los dos nombres -uno a continuación del otro- separados por una barra inclinada, anteponiendo siempre en nombre original. Por ejemplo, el cual Teatro Municipal anteriormente se llamaba Forero, en ese caso lo nombramos Teatro Forero Municipal. Finalmente, este trabajo no tiene la intención de finiquitar el tema de los teatros, pero si la de afirmar que existen importantes estudios que aún faltan por realizarse sobre diversos temas, los que deben estar basados en redescubrir Lima desde otro punto de vista. Sin negar, por supuesto, la importancia primordial de las casonas y las iglesias, pero dejando claro que en Lima existieron otros tipos arquitectónicos de interés y que merecen ser rescatados del olvido.