Diseño de una laminadora experimental de 20 tons de capacidad

Abstract

En el transcurso de los siglos, el desarrollo de los procedimientos de conformación de los metales ha estado siempre estrechamente ligado a los procesos de la metalurgia. De una forma completamente natural. Los metales dúctiles fueron los primeros que se trabajaron en frío. El plomo y el estaño fueron transformados en hojas desde la antigüedad. Los descubrimientos arqueológicos incitan a pensar que los griegos utilizaban hace 4000 años molde de piedra para el martillado de hojas de oro. La metalurgia del hierro tuvo mayores dificultades para desenvolverse. Debido probablemente a la dificultad de reducción del material. Y a la alterabilidad del metal. Sin embargo, parece que ya fue trabajado por los egipcios. Los procedimientos de conformación pertenecieron esencialmente manuales hasta la edad media en que aparecieron. Los primeros martillos mecánicos. Se levantaba por medio de levas accionadas por el movimiento de ruedas, con a la vez colocadas en los saltos de agua. No obstante, el desarrollo del trabajo de los metales en la mina fue principalmente acelerado por el descubrimiento del laminador. Es curioso, sin embargo, que los primeros laminadores fueron destinados en el siglo. XVI. A la producción de efigies sobre monedas. Una banda de cobre calibrada por estirado a través de una hilera se aplastaba entre 2 cilindros sobre los que estaban grabadas las. Efigies de las 2:00 caras. A continuación, se cortaban las piezas de la banda. Los laminadores fueron perfeccionados lentamente. La primera hojalata fue producida en 1798 en el País de Gales a partir de chapa laminada. El procedimiento fue guardado en secreto durante muchos años. Al mismo tiempo, en el siglo XVIII se pensó en reemplazar la energía de los saltos de agua por la del vapor. Watts patentó su procedimiento para utilizarla en la elevación de una masa que hasta entonces Se había venido realizando penosamente por medio de cuerdas. Correas el principio de los martillos pilones estaba descubierto. El pasado siglo vio enormes progresos en todas las ramas de la metalurgia y los procedimientos de conformación en particular sufrieron un desarrollo importante. Mientras que el martillo pilón tomaba su forma definitiva y era más tarde sustituido por la prensa hidráulica. Los laminadores confirmaron su importancia. No obstante, la laminación en caliente de chapa era practicada normalmente. Generalmente sobre trenes de laminación reversibles a trenes, tríos. La idea del tren continuo no nació hasta 1892 en Alemania. Las experiencias del primer tren duraron hasta 1907, fecha en que fue abandonado por no haber podido obtener un espesor suficientemente constante en el metal. Hasta 1923 y continuó fabricando chapas por laminación en caliente. Discontinuo. En estas, ciertamente, una de las razones que frenaron el desarrollo del trabajo, los metales en láminas. Por medio de prensas. Las primeras prensas mecánicas se lanzaron al mercado hacia 1850, pero la poca importancia de las series a realizar y la imperfección de las chapas de la época limitaron su empleo a trabajo de plegado. De corte o de conformación muy sencilla. Los comienzos del siglo XX fueron, por lo tanto, el Reino de la conformación con martillo. Se produjo entonces un acontecimiento considerable para la metalurgia. El lanzamiento, por favor. En los Estados Unidos de la construcción de automóviles en serie. Desde el final de la Primera Guerra Mundial, resultaba evidente que tal de metro exigían el empleo de chapa de buena calidad y de características. No obstante, que permitiese un trabajo en serie en la prensa. La idea del tren contiene laminación, fue reconsiderada por ARMCO, Y en 1923 alcanzó a poner a punto su primer tren. El segundo le seguirá en 1926.