Industria de los minerales de hierro y su reducción en altos hornos

Abstract

Tal vez no haya hombre en parte alguna del mundo civilizado que no lleve consigo un poco de acero. Elemento fundamental de la edad contemporánea, este material es omnipresentes se encuentra en edificios, automóviles, muelles, puentes, canales, puertos. La mujer en la casa utiliza este metal, constantemente, en la hornilla en que cocina, en los refrigeradores en que conserva los alimentos, en las agujas con que cose. Sin él, los servicios públicos, desde la distribución de agua potable y desagües hasta el de transporte por ferrocarril, se, rían imposibles de realizar. Su consumo aumenta constantemente, pero con mayor rapidez en los países en vías de desarrollo y que ya han iniciado las bases de una economía industrial. La América Latina consumió, en 1938: 1680,000 Tm. de acero, para el año 1965 es de unos 13 millones y de 19 millones para 1970; su producción, al mismo tiempo, se elevará de 220,000 Tm en 1938 a 10 millones en 1965 y a 15 millones para 1970. El déficit es, por consiguiente, de tres millones de toneladas en 1965 y de cuatro millones para 1970. Precisamente por ser una región en desarrollo, el lugar que ocupa la América Latina en la industria mundial del acero no es nada brillante. Su producción en 1963 constituyó apenas el 2%, China Comunista excluida, de la total del mundo, o sea 375´200,000 toneladas. Sin embargo, como el acero es elemento tan importante en la vida humana en general y en la economía en particular, el Perú desde 1958 ha venido esforzándose en fabricarlo, cada vez en mayores cantidades. Para que el Perú continúe aumentando la producción se necesita, sin embargo, de la inversión de nuevos y grandes capitales. Sabido es que la industria siderúrgica inventa constantemente nuevos artículos pon el objeto de ampliar los usos del acero y mantener el importante lugar que ocupa este metal entre todos los demás metales, ello demuestra, entre otras cosas, que la siderurgia es una industria dinámica, que modifica o puede cambiar sus procesos de una manera constante a medida que avanza la tecnología. Otro hecho fundamental en la situación mundial del acero que afecta casi por igual a la América Latina y a las zonas del mundo industrialmente avanzadas, es que hay un grupo de países productores (Gran Bretaña, Suecia, Austria), que se han dedicado últimamente a la práctica del "dumping", lo que ha obligado a los países afectados por ella a protegerse elevando los aranceles aduaneros. A esa medida recurrieron los países del Mercado Común Europeo. Los Estados Unidos, victimas también hasta cierto punto del dumping, se han abstenido de hacer lo mismo, por lo que ha mantenido siempre la industria norteamericana una clara posición de superioridad en el mercado mundial. Aunque el dumping pone a disposición de los países latinoamericanos productos de acero extranjeros a precios más baratos que los que ellos mismos fabrican o pudieran fabricar, todos insisten en fabricarlos ellos mismos. Las razones son evidentes. La primera, de carácter sicológico, aunque acaso económicamente injustificable, tiene su raíz en el prestigio u orgullo nacional. El Perú, al igual que cualquier otro país, no podría considerarse mayor de edad sin una industria siderúrgica nacional. Hay otras razones: una es que la coyuntura económica que permite a los países subdesarrollados comprar en el extranjero acero más barato que el propio, puede ser de carácter temporal y desaparecer el día menos pensado. Otra razón más importante es que los países latinoamericanos deben fabricar su propio acero para manufacturar con el acero estructural, planchas, perfiles, máquinas y equipos que necesita, porque, de otra forma, no podrán jamás llegar a ser países desarrollados. Con este pensamiento y con orgullo nacionalista, me atrevo a divulgar, en forma modesta, los principios generales que rigen en la Industria de los Minerales de Hierro y su Reducción en los Altos Hornos, paso primordial en la obtención del acero.