El fusible como elemento de protección

Abstract

Un fusible es un elemento usado con propósitos de protec­ción de circuitos y máquinas eléctricas, contra las condiciones de funcionamiento anormal: sobrecargas y cortocircuitos. Las mencionadas condiciones de funcionamiento anormal, por lo general se traducen en sobre corrientes, que si se les permite circular libremente ocasionan efectos térmicos y electro magnéticos en conductores y máquinas que muchas veces llegan a ser fatales. La función del fusible justamente reside en interrumpir estas corrientes anormales para evitar o minimizar sus efectos. Los conceptos de cortocircuito y sobrecarga se refieren a dos situaciones de funcionamiento anormal muy diferentes. Una sobrecarga es el resultado de la elevada corriente que se origina en una carga (por ejemplo, un motor eléctrico trabado), que, circulando durante un tiempo prolongado, produce el calentamiento de la carga en sí y de los circuitos de alimentación: transformadores, interruptores y cables, provocando serios daños al aislamiento. Un cortocircuito r por otra parte, es el resultado de la sobre corriente originada por el contacto entre conductores de fases diferentes o entre un conductor y tierra; que pueden ocurrir debido a accidentes o fallas de aislamiento y cuyos efec­tos destructivos pueden desarrollarse en una fracción de segundo. Ejemplos de accidentes comunes que provocan cortocircuitos son las caídas de herramientas u objetos metálicos sobre barras conductoras. Ejemplo de falla de aislamiento, es el desgarramiento del aislamiento de los cables que se encuentran sometidos a la acción re una superficie cortante en vibración. El polvo, la humedad y las sustancias químicas contribuyen en muchos casos a disminuir el aislamiento entre dos terminales o barras de conexión desnudas, como es el caso de la mayo­ría de equipos de hasta ó00 volts., originando arcos entre los conductores, entre partes a distinto potencial o entre ellas y tierra; causando la liberación de una gran corriente que produce un intenso calentamiento, llegado a fundir partes metálicas, que pueden desprender gran cantidad de partículas a alta temperatura dando lugar a la aparición de incendios y humos que muchas veces resultan ser de naturaleza explosiva.