Proyecto de una planta para sulfato de amonio de una capacidad de 180 Ton. Métricas

Abstract

El problema del abono puede considerarse casi tan antiguo como el cultivo sistemático de las tierras, aun cuando solo en los últimos tiempos se pensaba en suministrar y obtener aisladamente los diversos materiales nutritivos en forma pura y concentrada. Se comprobó por el año 1840 el hecho de que los materiales necesarios para el desarrollo de las plantas procedían en su mayor parte del reino mineral. Este conocimiento fue el principio de una nueva era para la agricultura, siendo la consecuencia más inmediata e importante la fabricación de los llamados abonos artificiales, es decir, de aquellos productos químicos que contienen los diversos elementos nutritivos para las plantas en forma concentrada y asimilable. Desde la introducción de aquellos abonos artificiales, el desarrollo de la agricultura bajo la influencia de los nuevos conocimientos ha sido considerable comparado con el obtenido durante siglos, pues con el auxilio de estos abonos no solo se ha conseguido obtener cosechas en mucho mayor proporción por unidad de superficie, sino que a la vez se ha podido alentar notablemente la superficie destinada al cultivo. Los elementos fertilizantes fundamentales que se suministraron a las plantas bajo el nombre de abonos artificiales, son el nitrógeno, el ácido fosfórico y la potasa la obtención de los compuestos de ácido fosfórico y de potasa pudo ser resuelta sin grandes dificultades, sin embargo fueron muchos los inconvenientes con que se tropezó para la obtención de compuestos nitrogenados apropiados, disponiéndose exclusivamente para la agricultura del nitrato de Chile y del guano. El primer producto nitrogenado-, obtenido artificialmente fue el sulfato de amonio que se halló durante la elaboración de carbón en las fábricas de coque y de gas, pero debido a las crecientes necesidades de productos nitrogenados, se hicieron numerosos estudios para poder fijar por procedimientos técnicos, la inagotable cantidad de nitrógeno existente en el aire atmosférico.