Sobre la planificación sanitaria en el Perú y el problema materno infantil

Abstract

La problemática materno infantil dentro del contexto de la salud, debe constituir uno de los sectores de mayor atención dentro de la planificación sanitaria del país, porque en él se halla ubicado el potencial humano, que será elemento básico del desarrollo socioeconómico de la Nación, de allí la estrecha relación que tanto economistas y médicos han establecido entre economía y salud, relación que nos indica que no se puede desarrollar la primera sin mejorar los niveles de la segunda. No se puede hablar de las condiciones de salud sin tener que referirse necesariamente a la situación de la infraestructura socioeconómica y política de un país, ya que es ésta la que le da en mayor medida origen a la enfermedad. Cómo una sociedad atienda a sus niños nos dirá claramente el grado de desarrollo en que se encuentra ésta y nos reflejará lo que será en el futuro. Se han establecido muchos indicadores para determinar si determinado país es desarrollado o subdesarrollado o si está verdaderamente en proceso de desarrollo, y nuestro país cumple rigurosamente con cada uno de los rasgos que lo tipifican como subdesarrollado, esto es: dependencia económica, ingreso nacional muy bajo y mal distribuido generando niveles de vida reducidos, deficiente agricultura, baja productividad, y otros factores que condicionan que la población mayoritaria se encuentre sumida en la POBREZA, causa principal de las enfermedades, y toda su secuela de consecuencias como: desnutrición, hacinamiento, inferioridad física y lo que es peor aún inferioridad intelectual, etc. El bajo nivel nutricional de la mayoría de la población, que según cálculos del Instituto Nacional de Planificación es de 1,900 calorías al día, está más cerca del límite de muerte, que es de 1,500, que del mínimo recomendado por la F.A.0. que es de 2,500 calorías diarias; determina que sobre todo la población infantil sea presa fácil de cualquier enfermedad que en esta situación se torna mortal, reflejándose esto en los altos índices de mortalidad infantil. Esta situación empeora si juzgamos separadamente a la población rural que además de un infra consumo alimenticio está prácticamente marginado de los servicios médicos asistenciales que se ofrecen en el país. La situación de los pueblos jóvenes no es mucho más afortunada, ya que a nivel urbano es allí donde se dan las peores condiciones de desnutrición y hacinamiento, elementos básicos para cultivar cualquier enfermedad.