Estudio sísmico de los distritos de San Antonio y Mala (Cañete)

Abstract

Los terremotos que ocurren cada año en numerosas regiones del mundo, principalmente en las denominadas sísmicas, ocasionan ingentes pérdidas de vidas humanas, así como cuantiosos daños materiales.

En los últimos veinticinco años, de acuerdo a las estadísticas proporcionadas por la USENCO, murieron trece mil personas anualmente y se perdieron miles de millones de so les a consecuencia de los fenómenos telúricos Según estas informaciones, las regiones mayormente afectadas fueron aquéllas cuya economía no estaban desarrolladas o estaban en pleno desarrollo.

Las consecuencias de un desastre sísmico no se limitan solamente a la pérdida de vidas humanas y de daños materiales, sino que también ejercen graves influencias, y por un período de tiempo considerable, en las actividades política, económica, social y cultural de la región conmocionada, motivando la intervención de todos los sectores de la misma en la formulación y ejecución de los distintos planes específicos de reconstrucción y rehabilitación.

Una de las medidas fundamentales en la disminución o neutralización de los efectos sísmicos es la preparación de científicos especializados y de técnicos expertos en sismología e ingeniería antisísmica. Si se trata de países en vías de desarrollo la cooperación internacional en este campo es importante si se pretende lograr una mayor efectividad y rendimiento en la prevención de desastres. Otra medida indispensable es la educación masiva y sistemática que se debe impartir a la población en materia sísmica, que coadyuve a su protección e incentive su participación antes, durante y después de la emergencia.

Nuestro país, debido a su ubicación en el cinturón sísmico Circumpacífico, no está exento de las trágicas con secuencias derivadas de los terremotos; por ello, es necesario que cuente con una planificación general que contribuya a mitigarlos, utilizando adecuadamente sus recursos humanos, materiales y económicos disponibles.