Importancia de la química inorgánica en el tratamiento de enfermedades tropicales

Abstract

Este trabajo describe la búsqueda de nuevos agentes con potencial quimioterapéutico basados en complejos metálicos y organometálicos los cuales tienen actividad in vitro e in vivo contra cepas de leishmania y malaria, principales enfermedades tropicales. En el primer capítulo se da una revisión breve acerca de las principales enfermedades tropicales. La mayoría de estas enfermedades se transmiten por la picadura de un insecto, ya que en las zonas tropicales el clima es caliente y húmedo, creándose las condiciones más apropiadas para la vida de los mismos, estos insectos actúan como vectores transmitiendo de un hombre infectado a un hombre sano, los parásitos, bacterias o virus que son los causantes reales de las enfermedades. La malaria, filariasis, esquistosomiasis, leishmaniasis, tripanosomiasis y la fiebre amarilla son las enfermedades tropicales más comunes. En el capítulo 2 se describen algunos conceptos sobre las formas de interacción de compuestos (que en este caso serán los complejos metálicos) con el ADN, así como la caracterización de estas interacciones mediante técnicas como la viscosidad, desnaturalización térmica, dicroísmo circular, electroforesis etc. Dichas técnicas ayudaron a elucidar las formas de interacción y los posibles mecanismos de acción de los complejos metálicos en estudio. En el tercer capítulo se da una revisión bibliográfica del arsenal terapéutico tradicional disponible para el tratamiento da Leishmaniasis, así como los complejos metálicos y ligandos potenciales en estudio, enfocando principalmente sus mecanismos de acción, de resistencia, actividad farmacológica y toxicidad. Finalmente, en el cuarto y quinto capítulo se hace una revisión de los agentes disponibles para combatir la malaria, la cual es una enfermedad parasitaria que afecta a cerca de 500 millones de personas y causa más de un millón de muertes al año. Entre las especies de Plasmodium que afectan a los seres humanos, P. Plasmodium falciparum produce la forma más peligrosa de la enfermedad, la que representa más del 90% de las muertes. Entre los medicamentos antipalúdicos existentes, la cloroquina (CQ), una 4-aminoquinolina, es una droga potente y de bajo costo, siendo esta última cualidad esencial para las poblaciones con poco acceso a los sistemas de salud. En los últimos años, la aparición de cepas de P. falciparum resistentes a la cloroquina ha generado la búsqueda de nuevos fármacos antimaláricos y es aquí donde la química inorgánica medicinal tiene un papel muy importante. Por ejemplo, se destaca el compuesto organometálico denominado ferroquina (FQ, SR97193), que presenta el grupo ferrocenil como parte integrante de la cadena lateral de la CQ. La ferroquina es capaz de afrontar el problema de la resistencia a la cloroquina y su mecanismo de acción ha sido el centro de atención de muchos investigadores. Se cree que la ferroquina es capaz de inhibir la formación de pigmento de la malaria (hemozoina) y generar especies reactivas del oxígeno. En esta revisión se muestra alguna de las modificaciones que ha sufrido la estructura de la ferroquina con el objetivo de entender su mecanismo de acción.