La devaluación de la imagen de la avenida Arequipa: la transformación de sus edificios y las nuevas características formales

Abstract

Si comparamos lo que era la avenida Arequipa desde los primeros años de su inauguración con los últimos diez años podremos notar claramente la diferencia formal entre sus edificios. Los mismos edificios que alguna vez fueron viviendas de las familias más adineradas de la Lima de principios del siglo XX, son ahora los centros educativos y comercios más concurridos y accesibles de la nueva juventud limeña. El cambio de uso trae como consecuencia para estos edificios la modificación de su imagen y, a mayor escala, el cambio de la imagen de la avenida. Sin embargo, la nueva imagen nos sugiere una devaluación de la concepción original de este espacio tan importante de la ciudad. Nace de ese fenómeno el interés por conocer e identificar en los viejos edificios los principales elementos formales que desaparecen y que otros aparecen para generar la nueva imagen. En estos últimos tiempos, junto con el crecimiento de las ciudades, la globalización y los avances tecnológicos; la imagen se ha vuelto el medio de comunicación más directo y rápido para llegar a las personas. En las grandes ciudades podemos ver como diariamente somos bombardeados por imágenes tanto dentro de casa, como la televisión, Internet, periódicos, revistas, etc.; como fuera de ella, como son carteles o paneles publicitarios, signos viales, graffiti, volantes impresos, esculturas y estructuras o edificaciones arquitectónicas que nos comunican o indican algo. La imagen del edificio es la expresión directa que recibe el transeúnte, provocando en él distintas sensaciones. Los elementos externos que conforman la fachada o las fachadas son los primeros en ser percibidos y que van a llamar su atención. Actualmente la utilización de la imagen como medio de comunicación ha sido utilizada mayormente con fines publicitarios comerciales, donde toda empresa intenta incrementar sus ventas mediante el anuncio de sus productos o servicios. Si podemos encontrar un problema consecuente de ello en la ciudad, sería la excesiva acumulación de anuncios, la utilización de colores y formas atractivas y extravagantes y la intención de abarcar todo espacio posible con el fin de llamar la atención del transeúnte. Los espacios públicos, las vías de transporte y las edificaciones son invadidos por grandes paneles luminosos y llamativos. Todo ello se interpreta como el acoso mediático que reciben diariamente los pobladores de una ciudad con el fin de inducirlos a la compra y consumo de diversos productos. Es así como notamos la influencia desenfrenada del Consumismo en la sociedad actual. Junto a este problema, agregamos el cambio de uso del edificio. Podemos ver viejos galpones convertidos en edificios de viviendas conocidas como lofts, así como también grandes edificios industriales convertidos en museos al igual que viejas casonas convertidas en locales públicos. Todo ello repercute en el entorno del edificio, convirtiendo los espacios públicos tanto física como socialmente, encontramos nueva infraestructura urbana y nuevos grupos de personas. Si bien repercute en el entorno, también lo hace en el edificio para cubrir las nuevas necesidades y esto se ve traducido en la apariencia externa de la edificación, es decir su imagen. La fachada comienza a transformarse de acuerdo a los cambios. Si bien el resultado puede ser de gran riqueza formal, también puede causar la distorsión y destrucción de una composición arquitectónica. La integración de estos problemas se puede percibir claramente en la avenida Arequipa. Donde un espacio público conformado por una concentración de edificios residenciales de estilos basados en el orden de formas básicas, comienza a convertirse en una zona de edificios comerciales que se convierten en los anuncios publicitarios de ellos mismos. En medio de un interés únicamente comercial y en muchos casos solucionando las necesidades de infraestructura por medio de la improvisación. Nos damos cuenta que la arquitectura es la expresión de una sociedad y de una cultura en un determinado tiempo. En otras palabras, la obra arquitectónica puede llegar a representar específicamente un nivel social o estatus y sus elementos deben estar relacionados con los símbolos reconocidos de una cultura. Se puede decir que esta situación la llegaron a expresar los edificios de la avenida Arequipa, siendo reconocida por los limeños de principios del siglo XX debido a los motivos por los que fue construida y por la clase social a la que fue destinada, además de ser una arquitectura de características comunes comprendidas dentro de estilos y donde se ve claramente la intervención profesional del arquitecto en cada uno de los edificios.