Producción de jabones en frío para uso industrial a partir de residuos orgánicos

Abstract

Los desechos de grasas y aceites comestibles al reutilizarse se degradan en su composición parcial o total, lo cual los hace tóxicos (residuos cancerígenos). Estos residuos orgánicos, comúnmente, se desechan por los fregaderos, depositándose finalmente en nuestros ríos, lagos y mares, formando en ellos una película superficial contaminante que ocasiona la muerte de peces y plantas acuáticas. La empresa QUÍMICA CAMPEON S. R. L. proporciona un valor agregado a los aceites quemados de pollerías y los residuos de la fabricación de aceites para consumo humano, utilizándolos como fuentes de materia prima para la producción de jabones en frío destinados a uso industrial. El sistema de fabricación en frío tiene la particularidad de no dejar residuos sólidos, ya que tanto los reactantes consumidos (materia prima e insumos) como los productos que se van formando durante el procesamiento (jabón y glicerina), forman parte del mismo producto final. Una de las funciones principales como jefe de control de calidad es el seguimiento de las propiedades fisicoquímicas de la materia prima, producto en proceso y producto terminado, con la finalidad de definir su estatus de calidad (aprobación o rechazo). En ese sentido, durante dicho cargo se llegaron a implementar y estandarizar los protocolos de análisis para la determinación de la acidez libre de la materia prima, alcalinidad a la fenolftaleína del producto en proceso (saponificación) y contenido de agua del producto terminado. La principal etapa del proceso de producción de jabones consiste en la saponificación, siendo de vital importancia el seguimiento y control de las principales variables de operación, tales como el tiempo de residencia, temperatura, pH y velocidad de agitación, función designada al jefe de producción. Asimismo, durante el período ocupado en dicho cargo se lograron identificar y definir mejoras en la formulación de la carga inicial al proceso y en la dosificación de la soda cáustica o hidróxido de sodio (NaOH) durante la saponificación, todo esto como parte del programa de mejora continua en el departamento de producción. Finalmente, como gerente de producción se consiguió mejorar los indicadores de productividad del proceso mediante la flexibilidad en la adquisición de la soda cáustica, ya sea líquida (al 50 % en peso) o en escamas (al 98 - 99 % de pureza), según la variabilidad de los precios del mercado, el establecimiento de una política de producción a stock de producto terminado, la capacitación constante del personal a cargo y la incorporación de charlas semanales de motivación, seguridad y salud en el trabajo a toda el área de producción.