Sostenibilidad de instituciones financieras rurales : el caso de las cajas rurales del Perú

Abstract

El enfoque Neoliberal concibe al sector agrícola como una oportunidad de inversión. De esta forma, los intermediarios financieros otorgarán sus créditos a productores y comercializadores competitivos que ostentan una producción superior a la producción familiar. Esta oportunidad de inversión en el agro se da por el lado del empresariado privado, dentro de los cuales están enmarcadas las Cajas Rurales, las que interpretan que un financiamiento por medio de créditos a dicho sector le reportarían excedentes para un normal desarrollo de sus actividades. Asimismo, en el enfoque Neoliberal se descarta el financiamiento de intermediarios financieros públicos, cediendo toda iniciativa al sector privado, por lo que el rol del Estado se reduce a demarcar el marco jurídico y regulatorio para el empresariado. Sin embargo, según el enfoque Social de Mercado o "Neoestructuralista", el Estado no solamente establece las reglas de juego, sino que, en ocasiones, puede participar del mismo mercado para corregir eventuales distorsiones transitorias. Se observa que estas dos vertientes son perfectamente consecuentes con la realidad y evolución del sector agrícola peruano al estar enmarcado en dichos procesos desde la década de los 90's (en el primer y segundo quinquenio respectivamente). Por su parte, el tema de las Microfinanzas ha cobrado importancia desde el inicio de la recesión económica en 1998, lo cual conllevó a una escasez de clientes para la Banca Múltiple y el término del boom crediticio iniciado en 1994. En el Perú, según el Banco Central, existen 200 empresas corporativas y 2.900 empresas medianas frente a 59.700 pequeñas y 1.533.022 microempresas que son atendidas por el sistema financiero. Es así que las instituciones de Microfinanzas (IMF's) tienen un amplio margen de maniobra. Las IMF's cumplen un rol social al dirigirse a la población de menores recursos que por definición se denominaría de "alto riesgo", y que contrariamente a los esperado, dichas entidades han demostrado que al atender a esa población logran alcanzar adecuados niveles de sostenibilidad. Asimismo, el hecho de atender a dicho segmento le ha reportado altos retornos respecto a las inversiones realizadas. Es de esta forma que han mostrado un fuerte crecimiento en los últimos años y pueden seguir expandiéndose ante el holgado tamaño de mercado. Sin embargo, hay que reconocer que su desarrollo en el medio rural no ha sido como se viene dando en el medio urbano porque la actividad agrícola es la principal en dicho medio y, además, adolece de problemas estructurales que desincentivan su atención por parte de la mayoría de IMF's. En ese contexto es que surgieron y se desenvuelven las Cajas Rurales de Ahorro y Crédito (CRAC's), que también son IMF's pero a diferencia de las demás, tienen una concentración de créditos mucho más elevada en el sector agrícola. Por otro lado, sus retornos sobre su patrimonio y sus niveles de sostenibilidad no son los más adecuados y están por debajo de lo registrado por otras IMF's y del potencial existente que, justamente han mostrado otros operadores.