Pequeña industria descentralización productiva y cambio en el tipo de producción

Abstract

El Perú de hoy atraviesa por problemas bastante serios y mucho del futuro depende de lo que se proponga y haga ahora. Es tanto la viabilidad económica como política lo que está en juego. Esto obliga a abrir el debate a salidas nuevas, audaces y duraderas. Hay quienes plantean el problema en términos de un manejo errado de los diferentes instrumentos económicos sumado a la creciente e ineficaz intervención estatal mientras que otros, en diferente grado y manera de interpretarlo, asumen que se trata de un problema estructural. Partiendo de la segunda premisa, el problema fundamental de la economía peruana hay que ubicarlo no en una equivocada política económica sino, más bien, en el terreno de la economía política, en el desarrollo económico, en las leyes que rigen nuestra economía y en la forma en que el país está insertado en el sistema económico internacional; en el predominio de lo endógeno o exógeno del proceso. No obstante, esto no implica negar las erradas políticas económicas seguidas. £n razón de ello, se empieza desde un nivel teórico para comprender mejor la marcada diferencia existente entre el proceso predominantemente endógeno seguido por los países industrializados y el de predominio exógeno seguido por los nuestros y que explica, en gran parte, su situación de dependencia y subdesarrollo. La crisis, en ese contexto, no solo se expresa en el plano práctico de los resultados, sino también en el plano teórico misma. Es necesaria la incorporación de la. variable tecnológica dentro del análisis y teoría económicos. Esta, como se verá, no puede ser considerada exógena. Las posibilidades de alcanzar el desarrollo y bienestar dependen bastante de lo que se haga dentro del campo de la tecnología. El Perú ha tenido un proceso de desarrollo predominantemente exógeno. Ha organizado su aparato productivo para satisfacer las necesidades fundamentalmente del exterior. La industrialización no surge como una necesidad histórica propia, sino como una imposición de carácter imperialista. El capital necesita valorizarse y emigra en busca de las mejores condiciones para hacerlo. Así, debe ubicarse en los lugares propicios a ese fin. La forma como ha ido desarrollándose este proceso ha engendrado todo un conjunto de problemas más agudos. Entre ellos estructurales que cada día se hacen puede mencionarse el marcado desarrollo regional heterogéneo y el creciente centralismo; la dependencia y heterogeneidad tecnológica; un aparato productivo tendiente al estancamiento y que margina, además, a gruesos sectores de la población; una división social del trabajo que no integra, sino que surge y desarrolla distorsionada; una industria que mayormente ensambla en base a insumos y tecnología importados, pero que no transforma y por ello es dólar adicto; etc. Este tipo de problemas han engendrado, también, todo un conjunto de respuestas. Una de ellas son las corrientes descentralistas que cobraron mayor fuerza por el sur. Algunos ven otra respuesta en el denominado sector informal, como una necesidad para sobrevivir y hasta, en algunos casos, los ven como portadores de un futuro nuevo. En cierta forma, la pequeña industria es otra respuesta a esta realidad. Ella muestra una relativa independencia respecto a los demás estratos en los aspectos económicos, técnicos y productivos y se ubica entre el sector de la gran industria y el sector informal. Ella ha ido cobrando bastante fuerza sobre todo en la última década. El papel que se le pretende asignar en la presente tesis es bastante ambicioso. La hipótesis central es que ella, dentro de un proceso de descentralización productiva, puede contribuir a echar las bases de un cambio en el tipo de producción, vale decir, en el QUE y COMO producir. Esto se afirma dadas las virtudes inherentes a ella. Las condiciones en las que se ha desarrollado con poco apoyo. y en un ambiente bastante hostil no ha impedido su crecimiento y desarrollo. Es más, en ella se han ido operando cambios importantes que la pueden hacer portadora de innovaciones tecnológicas que son la clave para el desarrollo. Hay experiencias importantes que merecen ser analizadas. La comparación del proceso trujillano con claro dominio del gran capital y el arequipeño con claro predominio del mediano y pequeño son bastante ilustrativos. De igual forma, dado que en ella hay un rico potencial de desarrollo regional, es interesante la experiencia de los circuitos productivos en Villa el Salvador.