Uso estructural de la madera de moena amarilla

Abstract

La urgente necesidad de vivienda existente tanto en nuestro país como en América Latina y nuestro pausado proceso de desarrollo tecnológico nos hace reflexionar sobre la utilización de los recursos que disponemos con nuestra tecnología propia utilizando materiales que aunque tengan limitaciones frente a los materiales tradicionales de construcción caso concreto y acero, nos ofrecen ventajas que deben ser tomadas en cuenta; existen en la naturaleza, en el caso nuestro en grandes cantidades, y es un recurso renovable. La madera es un material que utilizado adecuadamente puede dar buenos resultados como material estructural posee una buena resistencia a la tracción y compresión incluso al corte es mayor que la del concreto, sus limitaciones son sus deflexiones y su durabilidad, limitaciones que pueden superarse usando este material dónde y cómo corresponde. Nuestros bosques son principalmente tropicales, es decir de copa frondosa, los cuales tienen sus propias características tanto de tipo de bosque, tipo de árbol, de madera y de propiedades de la madera. Por mucho tiempo la construcción con madera ha estado basada en información proveniente de países cuyos bosques son del tipo de madera conífera la cual tienen propiedades distintas, ej. Canadá, EEUU, Europa. En estos países se le ha dado gran importancia a la madera especialmente para la construcción de viviendas de uno o dos pisos, este gran aprovechamiento ha sido posible por la mayor accesibilidad a los bosques y a la homogeneidad de éstos. En un bosque de madera latifoliada (tal como se les llama a los bosques tropicales como los de la región andina), existen una diversidad de especies forestales compartiendo un mismo entorno, en cambio en un bosque de madera coníferas (bosques de clima frío o templado) existen unas pocas especies lo que facilita su identificación y explotación. Sin embargo y pese a las dificultades de explotación. la madera que ofrecen los bosques tropicales de la Sub-Región Andina es un recurso innegable desde el punto de vista de la construcción, siendo el principal limitante el conocimiento de nuestros propios bosques, tanto de su composición como de las propiedades de las especies que lo conforman. El Perú cuenta con una superficie forestal maderable de aproximadamente 70 millones de hectáreas que representa el 56 % de su superficie total, se estima que existen 2500 especies maderables en este bosque tropical, de las cuales se tiene conocimiento de unas 600 especies con condiciones de explotación de madera. Los estudios realizados hasta el momento llegan a cubrir poco más de 150 especies. Un primer gran esfuerzo por definir propiedades específicas de nuestras maderas ha sido el realizado por la Junta del Acuerdo de Cartagena (JUNAC) por medio de los proyectos Andinos de Desarrollo Tecnológico en el Área de Recursos Forestales Tropicales (PADT-REFORT) en su "Estudio Integral de la Madera para la Construcción", en la que luego de intenso trabajo de investigación se llegó a conclusiones favorables sobre nuestra madera y sirvió para sentar una base de conocimientos para su correcta utilización. En el estudio de las propiedades de la madera latifoliada de la Región Subandina, basándose en ensayos de 105 especies de todo el Grupo Andino se concluyó que, a igual densidad, nuestra madera latifoliada tiene mayor resistencia que las maderas coníferas de climas templados, también se observó que nuestras maderas presentan mayores deformaciones al ser aplicada una misma carga, sin embargo, su deformación máxima es grande lo que le da un comportamiento dúctil más aún en condición verde. Debido a la gran diversidad de especies, éstas se han agrupado en tres grupos a los que se le atribuyen las mismas características estructurales. En vista que existe una buena correlación entre la densidad básica y las propiedades mecánicas, se utiliza la densidad como un indicador del posible grupo al que pertenece una especie, pero ésta tiene que ser corroborada mediante ensayos de laboratorio. Los estudios realizados a probetas pequeñas libres de defectos no son suficientes para definir propiedades de elementos a escala natural ya que estos últimos incluyen defectos que afectan sus propiedades estructurales, es necesario entonces realizar ensayos con elementos a escala natural para asegurar a la especie en el grupo estructural que le corresponde. Los estudios realizados a las especies peruanas por la JUNAC han alcanzado sólo a 20 especies de las cuales se han podido agrupar 9 especies para las cuales se les considera propiedades estructurales. La explotación de nuestros bosques con la inmensa variedad que ya se ha mencionado posee, no puede limitarse a la utilización de unas pocas especies, por lo que estas especies iniciales nos deben servir de base para ir poco a poco incluyendo nuevas especies al uso estructural. Los consumidores de madera, muchos de ellos constructores utilizan especies que se encuentran en las madereras de Lima, muchas de estas especies se usan en vigas. columnas. etc. sin que tengan un estudio que asegure su correcto comportamiento estructural. simplemente guiados por cualidades aparentes y en forma empírica. Este estudio tiene la finalidad primero de ser un ente promotor de la construcción con materiales no tradicionales dada la gran demanda de viviendas y la difícil situación por la que atraviesa el país, planteando nuevas posibilidades de construcción económica. En segundo lugar, intenta marcar algunas pautas para futuras investigaciones dirigidas a disminuir la gran brecha todavía existente entre nuestro recurso maderero para la construcción y el conocimiento sobre éste. Por último, ofrece un pequeño aporte a este conocimiento, que con ciertas limitaciones espera abrir un nuevo campo tanto de explotación como de utilización de esta especie de madera.