Comunicaciones multicanales transhorizonte

Abstract

Las comunicaciones multicanales llamadas de bandera ancha empezaron con el coaxil, siguieron con enlace hertziano de tramos en visibilidad y prosiguen, ahora, con los enlaces troposféricos trans horizonte. Los cuales complementaran sistemas de satélites más bien que competir con ellos. Se han dado en el desarrollo de esta técnica, saltos de gigante, que han exigido cuantiosas contribuciones. Al pasar del cable coaxil al enlace hertziano, la supresión del cable material hubo de pagarse adicionando los equipos radioeléctricos a los de modulación, demodulación y ampliación en baja frecuencia, necesarios en todos ellos. El actual desarrollo de los enlaces trans horizonte con supresión de estaciones intermedias, ha exigido un alto precio de ingeniosidad, complicación, aparatosidad y volumen de los nuevos equipos, y en importancia de la potencia radiada. Fijémonos más especialmente en los últimos cambios: En el enlace hertziano primitivo, la antena de emisión enfoca directamente la energía radiada hacia la antena de recepción, y esta energía se propaga, prácticamente confinada en el interior de un elipsoide de eje transversal muy pequeño. En el enlace multicanal trans horizonte la energía emitida se dispersa en el espacio, y sólo una fracción insignificante de la misma puede ser captada por la antena de recepción. En los sistemas del primer tipo, el enfoque directo y la débil pérdida da la propagación en espacio libre, aseguran el enlace con una potencia muy pequeño, y el confinamiento de la en el elipsoide de Fresnal elimina, casi por completo, la eventualidad de las interferencias. En los sistemas del segundo tipo la falta de enfoque y la atenuación incomparablemente mayor del trayecto trans horizonte, obligan a radiar una energía muy considerable; y como no hay confinamiento de la misma las perturbaciones e interferencias que se producen constituyen un problema a veces difícil de resolver. En los enlaces hertzianos limitados al horizonte la "visibilidad radioeléctrica" permite orientar el haz de emisión con una antena pequeña: y la seguridad y continuidad de las señales recibidas se presta al uso de receptores con factores de ruido moderado y sensibilidad simplemente buena. Mientras que en les enlaces trans horizonte, la falta de aquellas dos circunstancias obliga a emplear antenas de gran ganancia con un factor de ruido muy pequeño. Algunas cifras servirán para precisar estas ideas: Los enlaces limitados al horizonte emplean, en la emisión potencias de orden de 1 W., antenas de una ganancia de treinta y tantos dB, con diámetros de 3 a 4 m, y receptores con factores de ruido que pueden llegar a 12 o 14 dB. Los enlaces más allá del horizonte requieren a veces potencies en la omisión del orden de las decenas de kilovatios, es decir, millares de veces mayores antenas de más de 40 y hasta 50 de ganancia que no pueden conseguirse sin envergaduras de 10, 15 o 20 y factores de ruido en el receptor de muy pocos dB.