Calentadores solares

Abstract

Es de conocimiento general el hecho de que existe una estrecha relación entre el ingreso per cápita de un país y el con sumo per cápita de energía del mismo país. Las estadísticas existentes lo confirman. Esto se debe a que un determinado nivel de desarrollo económico requiere y exige de una determinada cantidad y calidad de energía. Así: en las primeras é pocas de la vida del hombre en la que la recolección, la caza y la pesca satisfacen sus necesidades, no requería sino del concurso de su energía muscular propia. Luego cuando nace la agricultura y el pastoreo, el hombre requiere de la ayuda de la fuerza de los animales para las faenas agrícola y para el transporte en la vida nómada de los pastores. Con el advenimiento del intercambio comercial donde el hombre rompe las fronteras del auto consumo, hace uso de la energía del viento en la navegación y de la fuerza hidráulica en la realización de distintas faenas para las cuales la fuerza muscular ya no es suficiente. Luego, la industrialización - exige del concurso de la máquina de vapor, y a medida que a­quélla avanza se descubren nuevas fuentes y formas de aprovechamiento de energía tales como las plantas térmicas e hidráulicas; y actualmente el alto grado de desarrollo industrial ya está exigiendo de otros recursos más vastos como es la energía atómica. Pero no se piense que primero se produce el desarrollo en un cierto nivel y que este genera un nuevo tipo y cantidad de aprovechamiento energético. Se trata más bien de una interacción en doble sentido: un cambio de los niveles de destino de desarrollo exigirá y posibilitará una evolución en la producción de la energía tanto en cantidad como en calidad y viceversa, un cambio apreciable en la producción y uso de la energía conducirá naturalmente a un cambio correlativo de los niveles do desarrollo en una sociedad. Teniendo presente estos hechos es factible pensar que puede utilizarse la energía como un instrumento intencional en la promoción del desarrollo de las zonas rurales, como ya lo ha recomendado las Naciones Unidas refiriéndose al progreso de los países subdesarrollados. Ahora bien, la difícil geografía de nuestro país, sobre todo en la sierra, determina la existencia de pequeños núcleos humanos esparcidos en zonas apartadas o inaccesibles y que se encuentran socialmente fosilizados en etapas de desarrollo ya ampliamente superadas en otras partes de este mismo territorio. ¿Cómo rescatar a esta gente de aquella situación que es indigna tanto más que para ello, para nosotros quo tenemos conciencia de esa realidad? Por lo que hemos visto en párrafos anteriores, la introducción del uso de las formas más desarrolladas de la energía podría ser una de las respuestas. Pero esta respuesta plantea a su vez más problemas: Pasarán muchísimos años (o nunca sucederá) hasta que una línea de trasmisión de energía llegue y una a estos pueblos. Los pequeños grupos Diésel son inoperantes debido a la dificultad de aprovisionamiento y la insuficiencia de los combustibles que necesitan.