Trabajo escalonado del curso e planeamiento II

Abstract

El Perú, como todo país latinoamericano enfrenta y enfrentará todavía más en el próximo futuro los graves problemas planteados por un aumento explosivo de la población. Estudios bien documentados señalan para nuestro Continente índice de crecimiento demográfico anual de 2.7% mientras que los índices resultan del 2.1% para África, del 2.0% para Asia, 1.8% para U.S.A. y 0.8% para Europa. Calculando sobre esta base los 163 millones de habitantes con que contaba Latinoamérica, en el año 1950, aumentarán a 300 millones de habitantes en el año 1975 y a 600 millones de habitantes en el año 2,000. Por lo que concierne al Perú - 2.9% como tasa de crecimiento la población se cifra en 18.5 millones de habitantes para el año 1980, destacándose el hecho muy significativo y a la vez grave, que el 43% de la población esté constituida por menores de 15 años. Si al fuerte dinamismo demográfico no corresponde un dinamismo igualmente intenso en la producción con una distribución equitativa y justa de los bienes, se crean las premisas para un colapso económico social. Es preciso por lo tanto que los nuevos consumidores sean al mismo tiempo productivos; aún más, es preciso superar el mero nivel de subsistencia que se consigue con el equilibrio del consumo con la producción y debe promoverse la reinversión. Al superar este nivel se logra aumentar el ingreso per cápita y se facilita la formación de nuevo capital; dos elementos éstos que contribuyen a estimular ulteriormente la producción. Existen en el Perú, gracias a la diversificación de su economía, condiciones favorables para un buen y sano desarrollo futuro. Los índices de crecimiento del producto bruto en los últimos 15 años son excepcionales, lo que se refleja en el aumento de las exportaciones. El incremento sin embargo se refiere en gran parte a las materias primas y por lo tanto el nivel de ocupación, cuya elevación es tan necesaria para un sano desarrollo, ha sido afectada en parte mínima, no compensando así el crecimiento de la población. Es evidente que la clave del problema, para que el incremento del producto vaya paralelo a la mayor ocupación está en la industrialización a la que tienen que orientarse los esfuerzos de todos, desde ahora. Es tema común del Estado y de la iniciativa privada el crear las premisas y las facilidades necesarias' para que los recursos financieros sean derivados a la creación de industrias manufactureras. La premisa principal es la puesta a disposición de energía abundante.