Tecnología para el tratamiento de efluentes líquidos en la industria láctea

Abstract

La industria láctea es una de las industrias más contaminantes de fuentes naturales de agua, por el elevado uso del recurso hídrico en sus diferentes etapas de producción y de limpieza de circuitos y equipos a lo largo de todo su proceso. Existe gran variedad de tecnologías para el tratamiento de dichos efluentes líquidos, en el presente informe se describe la tecnología de lodos activados por aireación extendida, método mejorado del proceso natural de autodepuración del agua, con la introducción de aire al efluente con ayuda de equipos mecánicos. La contaminación del efluente como carga orgánica se mide con el valor de la Demanda Bioquímica de Oxigeno o DBO y su grado de reducción depende de la normativa que sea aplicable al tipos de descarga o uso posterior del agua tratada. El tratamiento con la tecnología de lodos activas por aireación extendida, consta de varias etapas principales iniciando con la homogeneización, proceso de acondicionamiento del efluente capaz de eliminar picos de caudal y mantener homogéneo las características fisicoquímicas del efluente; Flotación por aire disuelto o DAF, utilizado para la separación de partículas suspendidas con densidades cercanas a las del agua, introduciendo aire en la masa liquida produciendo el arrastre de las mismas hacia la superficie; Reactor biológico, es el corazón de la planta de tratamiento y donde se lleva a cabo la depuración del efluente aprovechando la formación de microorganismos capaces de digerir la materia orgánica, principal contaminante del efluente; Cloración, proceso donde se lleva a cabo la desinfección con sustancias cloradas, para la eliminación de contaminantes patógenos; Y por último el proceso de filtración, para la deshidratación de los residuos generados en toda la planta de tratamiento, conformados por los lodos primarios (salida del sistema DAF) y lodos secundarios (salida del reactor biológico). En la etapa de filtración se concentran los lodos desde valores cercanos al 9% hasta mayores del 50%, para un adecuado manejo o disposición final de los mismos, consiguiendo ahorros económicos por disposición de volúmenes reducidos y concentrados de lodos.